De repente, el fin te encuentra a ti.
De repente, ese pucho fue el último.
De repente, despiertas.
Sin tratar, con ese trazo acabaste
y, ese otro fue el punto final, no aparte.
Sin saber, se terminó.
A veces, y sin que nadie se lo espere,
pasan carros y camiones y caimanes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario